El nueve de enero de 2015 Raif Badawi, el último premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que concede cada año el Parlamento Europeo, recibía 50 latigazos ante la gran mezquita de la ciudad occidental saudí de Yida, después del rezo del viernes. El vídeo –grabado furtivamente– es estremecedor. A Ensaf Haidar (Yizan, 1985), su mujer desde el 2001, todavía le cuesta hablar de ese momento. En el 2012 el Tribunal Supremo de Riad condenó a Badawi a 10 años de prisión, una multa de cerca de 240.000 euros y 1.000 latigazos, en tandas de 50, por apostasía, renunciar a la fe musulmana e insultar al islam al impulsar el Foro de los liberales saudíes, desde el que abogaba por el debate político y religioso y daba espacio a otros activistas locales frustrados con el estado de las libertades en el país.
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